domingo, 22 de noviembre de 2020

VECINOS CON PLUMAS..

Este año , del invierno a la primavera en un confinamiento donde a veces la paciencia llegaba a harturas, aunque en mi caso tener un trabajo que es esencial, me ha permitido y me permite seguir moviéndome, bajo las recomendaciones y sobre todo , mi responsabilidad, alejada para sanar , distancia social para no perjudicar...No es dificil en mi caso esta situación, llevo ya tiempo adaptada a esta realidad.


En este año, me he lanzado más con la fotografia de fauna, desde el patio de mi casa, desde los campos que he recorrido..estrenando y haciéndome con la nueva cámara, y ver los resultados, hace que me aficione más a ese tipo fotografia, la de naturaleza, y en concreto más de aves, por que por estos lares, dificilmente será que aviste un ciervo...



 Y  he tenido 3 visitas muy curiosas, y dentro de casa.
En todos los años que llevo viviendo en el entorno rural, que no son pocos, desde Septiembre.2004, nunca se habian metido intrusos alados dentro, y este año sorpresas me he llevado.
La primera , con cierto susto , por que desconocia, de dónde provenia el ruido, y la manada gatuna mia, se apiñaban en uno de mis aseos, mirando hacia arriba..y ese fino pico, alargado cual estilete, intentaba salir de su inusual escondrijo, el respiradero de techo del aseo..
Un amigo , bastante entendido en estas cuestiones de naturaleza, me preguntó si tenia chimenea, por que parece ser que no es la primera ni la última que estas aves se metan por esos huecos. Y yo al no disponer de ello,las ventanas cerradas, la única forma de que el intruso se colase era por ahi, precisamente..
Finalmente, consegui las 3 veces atraparlo, no seria el mismo, quiero pensar..pero admiré esa belleza ya que nunca habia tenido tan de cerca un estornino pinto.

Si que los he visto en bandadas volar haciendo unos compases que hipnotizan, y bajar a los campos de labranza de estas tierras , son muchos los estorninos que en otoño buscan por estos lares mediterraneos sus cuarteles de invierno...

 
 
 De nuevo con el cierre perimetral , acostumbro a pasear con la cámara por los alrededores de mi casa, y que a la tibia luz del atardecer de Noviembre, y que las temperaturas más elevadas de lo habitual en estas fechas, me asombran, pues como ver lagartijas a estas alturas.
  


 
La variedad de aves no ha sido gran cosa,pero realmente las expectativas que esperaba de mis aprendizajes y manejo de la nueva cámara, me han resultado satisfactorias.
 
Después de 3 dias de nieblas densas, en los que no levantaba ni a la tarde,por fin se cumplió ese refrán de "mañanita de niebla..." y cómo al dia siguiente libraba, aproveché en pasear, recibiendo esos rayos de sol, como agua de Mayo..y sonreir , al ver que hasta las perdices salian en grupo, como las vecinas humanas que tengo en esta calle , que a la tarde a pasear, con sus mascarillas, y a un paso marcial.
 Las perdices ,fieles a la tierra que las vió nacer, es aqui en Castilla la Mancha en esta zona , las señoras de estos parajes..tranquilas, pero siempre en alerta picoteaban el suelo, y alguna tumbada al sol de la tarde..


Un paseo otoñal en soledad tambien es bienestar..Aprovechemos el sol porque cada vez se va antes.... Y las noches empiezan alargandose..y no muy lejos de las perdices andaba revoloteando un pajarillo que me llamó atención pero desconozco su nombre..

Está claro que he de adquirir un libro de campo, fauna y aves..



En un pequeño monticulo, esa cresta, y su incensante piar, no me habia fijado hasta ahora en ellos, que son frecuentes en esta zona.
También es frecuente ver rapaces, aunque quiero dedicar un dia a fotografiarlas por aqui, e irme hacia otra zona que las veo repostadas en los troncos de los tendidos teléfonos, esperando sus presas, pero hasta el momento han sido más esquivas.
 

 

Y algún que otro buitre, si he podido ver volar cerca, en círculo llamando la atención su gran envergadura y esa forma de planear los cielos.

 

 La cuarentena por el coronavirus en la primavera fué el momento ideal de que las aves debido a la disminución de ruidos que provocamos los humanos , yo creo que ha hecho que los pájaros hayan cantado más, y sobre todo más tranquilos por las calles.
Recuerdo el primer otoño que viví en esta zona ,en el 2004, que veia a las perdices pasear tranquilamente enfrente de mi ventana, como los conejos.
 
Con el tiempo, empezaron a ser menos vistas debido a la construcción de nuevas casas , por la zona en las que ellas tenian su costumbre de pasear, con lo cual poco a poco fueron yéndose a campos abiertos, lejos del alcance del hombre, vehiculos rodados , etc..
 
Este mes de Abril pasado, volví a verlas en la ventana, tan tranquilas en pareja , a escasos metros de mi,en el huerto de al lado que hasta entonces nunca las vi,y supe que somos los humanos los que ocupamos sus tierras, y destrozamos sus hábitats.
 

 

 
 
Por San Blas..la habitual vuelta de estas aves migratorias,que resisten  los meses más fríos, aunque el cambio climático está haciendo que empiecen a permanecer todo el año. 
Este año me acerqué al pueblo de al lado, ya que aqui en el lugar donde vivo, no he visto que haya nido de ellas en la torre o campanario de la Iglesia.
 
 Aves muy fieles, muy protectores con sus crías y además practican algo así como la custodia compartida: tanto el padre como la madre se encargan de las tareas de crianza de los polluelos.


 
 
Y como ave precursora de primavera..las golondrinas!!. que teniendo sus nidos bajo los aleros del tejado , puedo observarlas y estar horas viéndolas.
 
Y este año la alegria de ver que con la cámara he conseguido buenos planos, es un logro.


 
 
Gorriones, que me alegran la vista en mi lugar de trabajo,que he descubierto dónde se hallan sus nidos, y raudos, se meten en la nave , donde ellos saben que comida van a encontrar..
 


 Y tanto en las ciudades como en el ámbito rural, las palomas , las más abundantes, y no digo ya, la especie de competición que se crea en torno a ellas, por cortejarlas..ellos con el pecho henchido, acosando a la hembra..y
en muchas ocasiones lo único que buscan ellas es escaparse y abandonar el lugar...situación que me da risa, por que es cuando digo, "ya te han dado calabaza, palomo"..


No suelen ser muy frecuentes por esta zona, pero alguna vez, más bien pocas, las he visto volar,su inconfundible plumaje negro y blanco, y ese vuelo ondulante, en el que bate como espasmos sus alas.
 Instalada en una gran variedad de hábitats ,regiones agrícolas, con bosquetes, sotos y árboles aislados, en la periferia de zonas habitadas y en algunos parques urbanos.
 
Doña Urraca..


En función del lugar y de la estación del año, la urraca comerá desde grano a invertebrados, así como todo tipo de desperdicios, carroñas y frutas; si tiene ocasión, devorará huevos y polladas de otras aves y dará caza a pequeños vertebrados, como reptiles y roedores...casi cualquier cosa comestible es susceptible de integrar el alimento de estas..vamos que no le hace ascos a nada!!.

Y de nuevo casi confinados, con restricciones, limitaciones de viajes,ya casi dando la bienvenida a Diciembre..y en este año que acabando va, sé que hemos dado un gran respiro a la Naturaleza,.
 
Menos producción, menos ruidos, menos humos, menos contaminación…hemos observado más a las aves, muchos desde sus balcones, ventanas..en mi caso cómo he dicho desde mi patio..fascinada por la naturaleza más sencilla, y asombrada por que con todo esto, se ha demostrado con esto que el ser humano es la peor pandemia que pueda existir. Está claro que es cuestión de responsabilidad.
 
 Ha quedado demostrado sobradamente y no es que no lo superamos ya de antemano que el ser humano destroza y revienta el planeta.

Como la canción de Julio Iglesias... 
 
Siempre hay por que vivir por que luchar 
 Al final las obras quedan las gentes se van
Otras que vienen las continuaran
La vida sigue igual..
 
Solo quiero creer que el gran proyecto de ahora es además de vencer el covid-19 es la de concienciarnos, de que debemos aprender de los errores,de no maltratar la fauna, la naturaleza.

Con esta pandemia,hemos aprendido a observar,en realidad en un mundo de prisas, en un mundo frenético, no tienes tiempo ni de mirar a los gorriones. Ahora tras este confinamiento, soy de las que pienso de que lo
 que está pasando, es que ahora estamos más atentos y nos fijamos en la naturaleza más de lo habitual
 
No quiero pensar en el futuro, aunqué sé que el tiempo nos cambia a todos, pero no en la misma dirección.

Fotografias propias, hechas en este tiempo de Covid.